Constituye la primera gran área protegida en el delta del Paraná.
Bióticamente está compuesta por un mosaico integrado por forestaciones activas de álamos (Populus) y sauces (Salix), bosques secundarios fruto de forestaciones abandonadas por entre 10 y 20 años, pajonales silvestres, y parches relictuales de bosques ribereños.
Se subdivide en tres grandes zonas interrelacionadas: Protegida por normas de protección del paisaje, ecosistemas y las especies que cobija.
Es una zona apta para actividades turísticas y de recreación; además existen emprendimientos agrícolas ecológicamente sustentables, emprendimientos de ecoturismo y artesanales.
Es apta para la actividad agrícola, forestal y asentamientos humanos.