Es el piloto que más veces corrió en la historia con el motor turbo, por lo cual tiene un protagonismo fundamental en Fórmula 1.
Arnoux no fue capaz demostrar su valía en un equipo con recursos insuficientes para figurar en el alto escalafón de este deporte.
La situación de Arnoux se complicó en 1981 con la llegada del francés Alain Prost a Renault.
Inevitablemente su rivalidad en la pista estalló fuera de ella y la relación entre los dos pilotos se deterioró, dividiendo al mundo del deporte francés.
Durante esos años era frecuente que iniciara en la pole position o entre los primeros lugares de la clasificación.
Asimismo dirige dos fábricas, y aparece frecuentemente conduciendo en eventos históricos en representación de Renault.