René Silva Espejo completó sus estudios secundarios en el colegio Los Padres Franceses de Valparaíso.
En 1978 se casó tardíamente en segundas nupcias con Elena Diesel Chávez, con quien tenía lazos de amistad desde años anteriores.
Allí le correspondió asistir en la elaboración del primer Estatuto Universitario, que se mantuvo vigente en Chile por más de 40 años.
Su vocación periodística le vino por su tío abuelo Juan Nepomuceno Espejo, quien fue llamado ‘el primer diarista de Chile’.
Junto con Rafael Cabrera Méndez y Fernando Ortúzar Vial formaron un programa de discusión que llamaron Tertulia.
Este espacio radial fue muy escuchado, teniendo un formato de una conversación improvisada sobre asuntos políticos, información internacional y cultural entre amigos.
[3] En 1949 fue también nombrado gerente de la Sociedad Agrícola Nacional (SAC), en la que se preocupó de aspectos relativos a la producción agrícola organizando convenciones y asociaciones gremiales del sector.
Durante esa campaña Silva Espejo denunció las políticas peronistas expansionistas y autárquicas hasta que ese proyecto terminó siendo archivado en Cancillería.
Desde 1952 a 1964 su nueva gran campaña fue denunciar el peligro inflacionista apoyando ‘la austeridad en el gasto fiscal, la liberación del comercio y la proscripción del monopolio’ entre otras medidas.
[11] Ya desde muy temprano Silva Espejo demostró ser intelectualmente independiente por lo que evitó afiliarse con partidos políticos.
En una entrevista en 1978 en la revista Cosas, Silva Espejo dijo: " Yo fui un indiferente político casi virtualmente, podría asegurarlo.
No experimenté ninguna definición sino la que podría significar oposición al régimen antidemocrático."
[11] Con todo, René Silva Espejo, quien siempre estuvo ligado al nacionalismo chileno, militó en el Movimiento Nacional-Socialista de Chile, un partido de orientación fascista y nazi que tuvo representación parlamentaria y que se desintegró tras la trágica Masacre del Seguro Obrero en 1938.
[13] Es más, él fue siempre muy reservado en sus opiniones personales, y especialmente en materias políticas.
Es así que él pudo mantener una posición neutral en la dirección de El Mercurio, y de esa manera no sólo logró representar los intereses del diario y apoyar como periodista a gobiernos de distintos ideales políticos, sino que también pudo criticar a aquellos gobiernos cuando le pareció necesario.
Le dio su apoyo más sólido al gobierno del demócrata-cristiano Eduardo Frei Montalva (1964–1970), de quien se convirtió en su amigo personal.
Silva Espejo se negó a romperlo y enfrentó un proceso que duró cuatro meses.
El fiscal emitió una resolución declarándolo reo y determinó que la carta anónima afectaba la seguridad interior del Estado.
Criticó también la política exterior del presidente argentino Juan Domingo Perón, y en 1970 se opuso tanto a los planes de la candidatura como al gobierno de Salvador Allende Gossens (1970–1973).
En efecto, Silva Espejo criticó las acciones del gobierno de la Unidad Popular liderada por Allende, y denunció al proceso revolucionario puesto en marcha por este grupo político.
· 1966 Miembro Correspondiente de la Real Academia Española[25] · 1966 República Federal Alemana, Orden al Mérito, (Comendador).