El hotelero que lo alojaba le presta 50 000 FRF y encuentra tres motores (180 caballos) cedidos gratuitamente por Jacques Lacoste, el administrador-delegado de la Hispano-Suiza.
[1] La compañía ANF Les Mureaux acepta el encargo para fabricar el primer prototipo.
El mecánico Lanet falleció en el acto, el piloto Drouin algunos días más tarde y M. Gianoli sobrevivió a sus heridas.
El ingeniero que había estado al mando de los primeros prototipos, Georges El Moy, consigue la proeza, en algunos meses, de volver a dibujar totalmente de memoria todos los planos del avión Arc-en-Ciel, lo que le permitió a René Couzinet el fabricar el Arc-en-Ciel 3, con el cual, en 1932, René Couzinet y Jean Mermoz efectuarán un vuelo hasta Buenos Aires.
Sufrió un ligero accidente al aterrizar en Tontouta Nouméa (la tripulación resultó indemne).
Todos estos aviones conservaban la misma fórmula trimotor pero no fueron aceptados nunca con mucho entusiasmo por los oficiales de la aeronáutica francesa.
Marcel Dassault decía del mismo: "René Couzinet diseña buenos aviones, pero no sabe venderlos".