Reloj de la catedral de Barbastro

Fue construido por el relojero Francisco Coll Marqués, establecido desde 1870 en Lascellas (Huesca) y se concibió como un reloj tipo Morez de horas, cuartos y repetición, sin esfera exterior.

Tras él, se construyeron los de Barcelona, Cuellar y Sevilla.[n.

Además, posee un tercer tren central para el movimiento del reloj y casquillos de bronce en los que giran y se soportan los distintos ejes.

Estaban realizadas con metales diversos y pendían de una cuerda enrollada en un cilindro, del que se iban descolgando controlada y paulatinamente protegidas por un trinquete.

El escape es la pieza central de cualquier reloj analógico.

Además, la forma del mecanismo proporciona al péndulo un impulso adicional en cada oscilación que compensa las pérdidas sufridas por el rozamiento.

Mecanismos principales del reloj, una vez restaurados