Aunque existen diversas comunidades religiosas en Polonia, la mayoría de los polacos adhieren al cristianismo.
[cita requerida] Sus miembros lo consideran un depósito del patrimonio y la cultura polaca.
La socióloga Mirosława Grabowska considera que los ambientes urbanos de la sociedad polaca están en gran medida secularizados, mientras que los católicos practicantes —en su mayoría simpatizantes del partido político Ley y Justicia— son personas mayores, con menos formación y procedentes de ciudades pequeñas y entornos rurales.
Según el mismo estudio, durante este período también se habría generalizado una actitud de desconfianza e incluso aversión hacia la Iglesia católica en el país, habiéndose mencionado como razones concretas la pederastia, la avaricia del clero y su injerencia en la política, aunque la mayoría de encuestados expresó una aversión general o bien una pérdida de fe.
Otras religiones practicadas en Polonia, por menos del 0,1% de la población, incluyen el judaísmo, el islam, el hinduismo y el budismo.