Se incorporaron a la ONU en octubre de 1945 como miembros originales.
La acusación fue posible gracias a la filtración de registros financieros en Lituania y Polonia.
[5][6] Tras las elecciones presidenciales bielorrusas de 2020, se produjeron numerosas protestas cuestionando su legitimidad, a lo que se sumaron llamados de Polonia y otros países occidentales que reclamaban unas nuevas elecciones.
Además, el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki prometió aportar su apoyo a la oposición, lo que irritó al presidente bielorruso Lukashenko y a sus aliados.
La UE y otros países occidentales, que ya aplicaron sanciones contra Bielorrusia por la represión ejercida por el gobierno contra la oposición, las endurecieron ante este nuevo incidente.