[1][2][3] El presidente Aleksandr Lukashenko anunció que se postularía para un sexto mandato, habiendo ganado todas las elecciones presidenciales desde la independencia en 1991.Desde entonces ha sido reelegido cuatro veces, en un contexto de lo que se considera represión a la oposición y comicios no libres.La oposición denunció fraudes masivos y el presidente Lukashenko reiteró su intención de presentarse a la reelección en 2020 por un sexto mandato.[8] Esto último desencadenó protestas desde junio de 2020, que se saldaron con varias detenciones.[9] Muchos ciudadanos, además, estaban descontentos con la crítica situación económica que atravesaba el país.[3][17] Yuri Hubarévich, Pával Sieviarýniec, Volha Kavalkova, Aliakséi Yanukévich y Mikalái Kazlou fueron incluidos como candidatos potenciales.El Partido Verde de Bielorrusia anunció que no participaría en las primarias ni en las elecciones.[38][39] Babaryka incluso recibió el apoyo público del conocido actor de cine Elijah Wood.[45] De manera similar, el mes pasado Svetlana Tijanóvskaya denunció que había sido amenazada con ser arrestada y envió a sus hijos al extranjero para que vivieran con su abuela por su seguridad.[49] En la víspera de las elecciones, los gobiernos de Alemania, Francia y Polonia emitieron una declaración conjunta en la que instaron a Bielorrusia a garantizar unas elecciones presidenciales libres y justas.[65][66] Sin embargo, observadores independientes disputaron esta cifra y alegaron que estaba inflada.[69] Honest People, una asociación independiente en Bielorrusia que supervisaba las elecciones, informó de 5096 violaciones reportadas por observadores.[70] Informáticos bielorrusos han desarrollado una plataforma digital, llamada Golos (Voz en ruso, Voice en inglés) para vigilar la limpieza de las elecciones presidenciales en su país.[80] Se registraron protestas en otras ciudades del país, como Gómel, Moguilov y Vítebsk.[81] Según el Ministerio del Interior bielorruso, durante esa noche fueron detenidas alrededor de 3000 personas.Las fuerzas del régimen respondieron lanzando gases lacrimógenos a los manifestantes y usando granadas aturdidoras.[84] Los arrestos y la violencia contra los manifestantes, incluidas las denuncias de tortura, aumentaron en la semana posterior a las elecciones, lo que provocó que se impongan sanciones internacionales contra los perpetradores.
Banner callejero en Minsk con la fecha de las elecciones.