Libia tiene una embajada en Madrid, y España una en Trípoli.Posteriormente, durante los 42 años del régimen de Gadafi las relaciones hispano-libias estuvieron muy mediatizadas por la política de Gadafi.Tras el inicio de la transición política en Libia, España ha procurado relanzar las relaciones bilaterales mostrando su disposición a acompañar a Libia en el proceso de democratización.[2] Manteniendo su política favorable al proceso de reconciliación y transición en Libia, España apoyó las negociaciones impulsadas por la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia celebradas en Ginebra (2014) y en Sjirat, Marruecos (2015), que llevaron en diciembre de 2015 a la firma del denominado Acuerdo Político Libio y a la formación de un Consejo Presidencial y un Gobierno de Acuerdo Nacional, reconocidos por la comunidad internacional.El objetivo estratégico de la cooperación española en Libia es contribuir a reforzar las capacidades del país en su proceso de reconstrucción y transición política.