Al principio, las relaciones entre ambas naciones fueron amistosas, sin embargo, las relaciones se agriaron y casi se rompieron después del atentado contra la embajada de Israel en Buenos Aires en 1992 y el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994, también en Buenos Aires.
[2] En 1935, Irán abrió una embajada residente en Buenos Aires, su primera misión diplomática en América Latina.
El triunfo de la Revolución Islámica en Irán en 1979 no representó, en principio, ningún daño en las relaciones bilaterales entre las dos naciones.
El atentado fue reclamado por la Organización de la Jihad Islámica que ha sido vinculada con Irán y posiblemente con Hezbolá.
[11] En septiembre de 2004, se nombró al fiscal especial Alberto Nisman para que dirigiera la investigación del atentado contra la AMIA.
La investigación del atentado terrorista de 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) se caracterizó por una mala conducta judicial y llegó a un punto muerto.
[13] Ronald Noble, titular de Interpol Argentina, ha declarado en los medios que el gobierno jamás solicitó que se levantaran las alertas rojas sobre los sospechosos iraníes pero el juez de la causa, Claudio Bonadío, se negó sistemáticamente a tomarle declaración.
Finalmente, el Tribunal Oral Federal 8, tras analizar planteos de los acusados en la causa por el Memorándum con Irán, declaró nulo el caso.
Los jueces concluyeron que no hubo delito en la firma del acuerdo con Irán.