Relación estructura-actividad

Esta idea fue presentada por primera vez por Crum-Brown y Fraser en 1865.Esto permite modificar el efecto o la potencia de un compuesto bioactivo (normalmente un fármaco) cambiando su estructura química.La gran cantidad de productos químicos orgánicos sintéticos actualmente en producción presenta un gran desafío para la recopilación oportuna de datos ambientales detallados sobre cada compuesto.[2]​ Este enfoque reveló que la naturaleza y las posiciones de los sustituyentes afectaron la aparente biodegradabilidad de varias clases químicas, con temas generales resultantes, como los halógenos que generalmente confieren persistencia en condiciones aeróbicas.[3]​ Posteriormente, se han desarrollado enfoques más cuantitativos utilizando los principios de QSAR y, a menudo, teniendo en cuenta el papel de la sorción (biodisponibilidad) en el destino químico.