Su capital era la ciudad de Tesalónica y rendía vasallaje al Imperio latino.
[4] En agosto de 1204, firmó un tratado de alianza con la república, a través del cual se convirtió en su vasallo y se aseguró al mismo tiempo su apoyo en el conflicto que tenía con el emperador latino.
[8][9] El vasallaje que vinculaba a Bonifacio con el emperador latino fue validado por Enrique en el verano de 1207.
[17] Gracias a la intervención militar del emperador latino, Tesalónica fue salvada de la amenaza epirota, pero muchas ciudades en Tesalia, como Larisa, Farsalia, Velestino y Halmyros se rindieron al año siguiente.
[19] En mayo del año siguiente una operación militar se organizó en Occidente para la defensa de Tesalónica.
[2][3] Tesalónica fue organizada en un arzobispado latino y la iglesia de Santa Sofía fue su catedral.
Los caballeros hospitalarios, que habían obtenido un puesto en Tesalónia, desarrollaron una importante actividad en el reino y desde allí intentaron expandir sus adquisiciones a Tesalia.
Monedas habían sido acuñadas en el reino, a pesar de su efímera existencia.
[22] La administración política y militar del reino fue asignado a los nobles latinos, principalmente de origen lombardo.
Los nobles griegos que permanecieron en sus tierras y llegaron a un acuerdo con los conquistadores se integraron en los estratos feudales más bajos.