[1][2] Su situación aislada en sur de la Sierra de Guadarrama es clave en la facilitación su continuidad íntegra desde su segregación, según la tradición oral y los datos recogidos por Antonio Ponz en 1781, del Reino Visigodo de Toledo y sobreviviendo gracias a su posición aislada del dominio político y religioso andalusí.[1] Según la tradición oral el rey de Patones escribiría a Felipe II, que tras enviar un emisario lo consideró un país inofensivo y no interfirió.Achacando el surgimiento a la enemistad y el abandono por parte de la comunidad ucedana, situación clave en la continuidad durante últimos siglos del reino, poniendo en cuarentena la hipótesis de la invasión andalusí.Igualmente es común contar con casi nula información de la zona durante la Edad Media por lo que el origen no está del todo claro.[4] Sabemos a ciencia cierta que en 1653 el Rey de Patones, con esta denominación, se reuniría en Torrelaguna con el Cardenal Moscoso para construir la iglesia de San José, ampliando la ermita existente sufragada por todos los vecinos.