Algunos de sus primeros reyes fueron prominentes en el Ciclo del Úlster como Cú Roí y Conaire Mór.
Grandes cambios modificaron Munster en el siglo VII, cuando los Corcu Loígde (antepasados de los Ó hEidirsceoil) perdieron el poder.
Osraige, que había sido controlado por Munster durante dos siglos fue recuperado por los Dál Birn (antepasados de Mac Giolla Phádraig).
En esa misma época los Dál gCais (ancestros de los Ó Briain),[2] previamente conocidos como los Déisi, comenzaban a emerger en Munster.
Ayudados en parte por los Uí Néill, los antiguamente pequeños Dál gCais came llegaron a desafiar el control de los Eóganachta en Munster.
En esta época convivieron figuras tan épicas como Conn Cétchathach fundador de los Connachta y Cathair Mór un rey prominente del Laigin.
Conaire Cóem ocupa un sitio importante en las genealogías irlandesas como el antecesor de los Síl Conairi.
Sus hijos; Cairpre Músc (antepasado de los Múscraige y Corcu Duibne), Cairpre Baschaín (antepasado de los Corcu Baiscind) y Cairpre Riata (antepasado de los Dál Riata) fundaron dinastías que jugarían un papel importante en el Munster, mientras el último se desplazó al Úlster y estableció Alba (más conocida como Escocia) en Gran Bretaña.
Se dice que su padre adoptivo, Ailill Aulom fue Rey de Munster y pertenecía a los Deirgtine.
Presuntamente fue ordenado por Paladio, enviado a Irlanda por Celestino I en 431 d. C..[4] El primer santo cristiano nacido en Irlanda fue San Ciarán de Saigir, asociado con Osraige, cuya madre pertenecía a la realeza de Munster (Corcu Loígde).
Igualmente, Sand Declán de los Déisi Muman convirtió a su pueblo y fundó un monasterio en Ardmore.
Según el Acallam, Óengus entonces impuso un tributo trienal en Munster conocido como el "escrúpulo del bautismo de Patricio", mostrando un claro interés político (este tributo fue recaudado hasta la época de San Cormac mac Cuilennáin).
En el siglo VII, los Eóganachta habían eclipsado a los Corcu Loígde y al resto de contendientes por la hegemonía en Munster.
Bajo Faílbe Flann mac Áedo Duib, Munster cruzó el Shannon y derrotó a los Uí Fiachrach Aidhne de Connacht, tomando lo que se convertiría en Thomond (o posteriormente el Condado de Clare) y colonizándolo con los Déisi.
[8] Aparte del antedicho Faílbe Flann, otra excepción a esta regla general fue Cathal mac Finguine de Glanworth que se estableció como un serio competidor al título de Rey Supremo y luchó contra la sucesión de tres reyes Uí Néill; Fergal mac Máele Dúin, Flaithbertach mac Loingsig y Áed Allán.
[10] En algunas zonas en Irlanda, a mediados del siglo IX, los Vikings instalaron campamentos costeros conocidos como longphorts; en Munster, destacaron los de Waterford, Youghal, Cork y Limerick.
Así como por su destreza militar y su piedad, Cormac fue conocida por sus escritos, ya que su nombre aparece en el Sanas Cormaic, un glosario de irlandés.
Después de que su cabeza hubiera sido llevada a su gran rival Flann Sinna, se dice que el Rey Supremo afirmó "Fue un acto malvado, cortar la cabeza del obispo santo; la honraré, y no la aplastaré."
Inicialmente recibieron el apoyo de los Uí Néill que querían debilitar a los Eóganachta.
Su hermano Diarmaid Ó Briain que se había hecho fuerte en Waterford (y había sido desterrado anteriormente a Deheubarth en Gran Bretaña), decidió disputarle el trono y todos los reinos que habían sido sometidos por Munster; Connacht (bajo los Ó Conchobhair), Aileach (bajo los Mac Lochlainn) y Leinster (bajo los Mac Murchadh); vieron en esto una oportunidad para recuperar el poder.
Estos reinos resistieron la invasión normanda en Irlanda con éxito variable pero finalmente en el siglo XVI cayó bajo la órbita de la Corona inglesa.
El último reino gaélico superviviente en Munster fue Carbery bajo los Mac Cárthaigh Riabhach, en Desmond que resistió hasta 1606.