En 1012 se rebeló el Rey de Leinster, Máel Mórda mac Murchada.
Esta vez Sigtrygg estaba listo para luchar, y se le unieron varios clanes irlandeses que envidiaban a Brian.
Mientras tanto, Gormlaith se puso en contacto con Sigurd Hlodvisson, el jarl de las Islas Orcadas, para venir en su ayuda.
[4] En 1014 el ejército de Brian se había reunido y partido hacia Dublín.
Cuando llegaron, los irlandeses de Meath, comandados por el ex-Alto Rey Máel Sechnaill mac Domnaill, rehusaron tomar parte en la batalla.
El ejército vikingo estaba formado por cinco contingentes, mientras que Sigtrygg y 1000 de sus hombres permanecieron en la ciudad.
Al principio, la batalla fue a favor de los vikingos, que con sus armas pesadas prevalecieron sobre sus adversarios, como se había esperado.
Al final del día, después de varias pausas para descansar, las fuerzas vikingas se encontraban con los flancos fallando, Sigurd muerto y todos exhaustos.
En este punto, Máel Sechnaill entró en combate y cortó la retirada por el puente.
Mientras tanto, Brodir, que estaba escondido en los bosques cerca de Dublín, se encontró con Brian rezando en su tienda.
Sigtrygg había visto la batalla con Gormlaith desde Dublín, en la orilla meridional del río Liffey, y con el ejército irlandés viniéndose abajo al día siguiente, por lo que quedó como único «vencedor» de la batalla y continuó reinando hasta su muerte en 1042.