[1] El nombre del refugio rinde homenaje al alpinista José Fernández Zabala.
[2] Es un refugio pequeño construido con roca de granito y hormigón.
Actualmente está dividido en dos partes, una empleada para almacenar material y otra parte que queda abierta para el público.
No está acondicionada para pernoctar, aunque es posible hacerlo en caso de necesidad.
En cualquier caso, difícilmente caben más de dos personas, y no está guardado por ningún guarda de seguridad.