Al participar del debate en torno el proyecto, el Presidente justifica la reforma en la necesidad de generar una formalización del empleo en el país y califica como una obsesión de su gobierno «reducir las brechas, mejorar el país socialmente».
[3] En este sentido, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), organización que agrupa a los bancos del país, lamentó públicamente tal determinación y estimó que se desperdició «una buena oportunidad para elevar la tributación efectiva de Colombia en al menos un 2% del PIB».
[12] Del mismo modo, durante el debate, el Senado aprobó la reducción del IVA a la medicina prepagada, al almacenamiento de productos agrícolas, al seguro agropecuario y a las empresas que empleen personas discapacitadas.
También brindó su aprobación a los artículos relativos al desmonte del IVA para el servicio de internet en los estratos 1 y 2, entre otras disposiciones.
El Ministro Consejero para el diálogo social y la movilización ciudadana, Luis Eduardo Garzón, manifestó públicamente su respaldo a la reforma asegurando que la reforma afectaría su bolsillo, pero que es un sacrificio necesario para general empleo en el país.