Un gas se puede refinar también de esta manera enfriándolo o comprimiéndolo hasta su licuefacción.
Los gases y líquidos también se pueden refinar por extracción con un disolvente que disuelva la sustancia de interés o bien las impurezas.
Muchos sólidos se pueden refinar mediante el crecimiento de cristales en una solución del material impuro; la estructura regular del cristal tiende a favorecer el material deseado y a excluir otros tipos de partículas.
Se utilizan también reacciones químicas para eliminar impurezas de tipos especiales.
Otros materiales que se suelen refinar son los metales, los azúcares y los aceites.