Referéndum de Alemania de 1933

Sobre la naturaleza democrática del referéndum, el politólogo Arnold Zurcher escribe que «sin duda hubo una gran cantidad» de «presión oficial intangible», pero «(probablemente muy poca) coerción e intimidación francas en las urnas».[3]​ En particular, los nazis no hicieron ningún esfuerzo por impedir la emisión de votos negativos o inválidos en distritos que se sabía que tenían grandes poblaciones de judíos, polacos y otras minorías étnicas, a quienes todavía se les permitía votar.Los resultados desfavorables esperados en tales áreas serían útiles en la propaganda como prueba de deslealtad al Reich.En general, las zonas rurales del país fueron más favorables y las ciudades menos favorables a la retirada, pero el apoyo general fue mayor que para conceder poderes presidenciales a Hitler en 1934.La tasa más baja se registró en el próspero suburbio berlinés de Potsdam, con un 90%.