Tanto el software como los protocolos son generalmente libres y de código abierto.
Esto último permite que quienes tengan los conocimientos técnicos puedan descargar el software desde los repositorios, montar un nodo propio y gestionarlo.
Cada red social funciona sobre muchos servidores -que se denominan nodos, instancias o pods- conectados entre sí.
Esto último suele suceder para evitar que un nodo concentre demasiados usuarios e impulsar el crecimiento de otros nuevos.
GNU Social y StatusNet son lo más parecido que hay a Twitter.
Visualmente, Pump.io también es similar a Twitter, salvo porque permite escribir textos con extensión ilimitada y comentar las publicaciones.