En muchos casos, no se conservan semillas sino otros propágulos, tales como tubérculos o raíces debido a que el cultivo en cuestión se multiplica solo asexualmente.En el caso de los cultivos destinados a alimento, muchas plantas útiles que se han desarrollado durante siglos ya no se utilizan para la producción agrícola comercial y son cada vez más raros, por lo que se hace imprescindible conservarlas antes de su completa desaparición.Esta cantidad representa solo una pequeña fracción de la biodiversidad del mundo, ya que muchas regiones del planeta no han sido totalmente exploradas para colectar recursos genéticos.Una vez realizado el proceso de desecación, se almacenan en congeladores a -18 °C o menos.Debido a que la semilla pierde su viabilidad con el tiempo, las semillas tienen que ser periódicamente resembradas de modo de poder cosechar semillas frescas las cuales inician otra ronda de almacenamiento a largo plazo.