En ginecología, se llama rectocele a la existencia de una protrusión o abombamiento de la parte final del tubo digestivo o recto en la región posterior del conducto vaginal.
Las causas de la afección son múltiples, entre los factores más frecuentes se incluyen la predisposición genética, los partos múltiples y traumáticos, la repetición de ejercicios que aumentan la presión intraabdominal, como el levantamiento de objetos pesados, la tos crónica y la obesidad.
Los síntomas son muy variables dependiendo del grado de la afección, en ocasiones apenas provoca molestias, en otras casos origina dolor en el recto o la vagina, dificultad para la defecación y relaciones sexuales dolorosas.
En los casos leves se recomienda realizar ejercicios específicos para el fortalecimiento de la musculatura del suelo pélvico ( ejercicios de Kegel) y medidas generales, como disminución de peso si existe sobrepeso u obesidad, evitar el tabaquismo y no realizar ejercicios físicos que provoquen aumento de la presión intraabdominal, como levantar cargas pesadas.
En los casos más severos el tratamiento recomendado es la cirugía si no existen contraindicaciones.