Record d'un malson
La pieza que Brossa imaginó fue un monumento que él mismo consideraba "anticonmemorativo", "denigratorio", "condenatorio", "anticelebrativo" y "recriminatorio".Debía situarse en la plaza Josep Tarradellas de La Mina, pero, cuando en 1991 Brossa entregó la obra al Ayuntamiento, éste no se atrevió a ponerla en un lugar público abierto, debido a la dureza de la propuesta, y la guardó en un almacén.Sin embargo, en 1995 dos concejales del Ayuntamiento de Iniciativa per Catalunya la sacaron del lugar donde estaba guardada (con la excusa de retratarla) y la colocaron en el Parc del Besòs .Antes de un día fue retirada y devuelta al almacén.Brossa asistió al acto y la prensa se hizo eco de la noticia.