El funcionamiento del sistema depende de la colaboración ciudadana, son los vecinos o comerciantes los que en un primer momento separan sus residuos y los colocan en los contenedores apropiados.
No requieren obra civil para su instalación y son vaciados con regularidad.
[9] Según el informe sobre generación y tratamiento de residuos de Eurostat “los españoles generan menos residuos municipales que la media de la UE, pero también se recicla, se composta y se incinera menos, recurriendo con demasiada frecuencia a los vertederos”.
Entre comunidades autónomas, con datos de 2018, destacan con mayores tasas de reciclaje las zonas turísticas, pues también hay mayor consumo: Baleares (30 kg/habitante), País Vasco (27,5 kg/hab.
[11] Las capitales que más reciclan vidrio son San Sebastián (38,4 kg/habitante), Pamplona (29 kg/hab), Barcelona (22,7 kg/hab), Bilbao (22,6 kg/hab) y Palma de Mallorca (22,5 kg/hab).