Reanimación cardiopulmonar extracorpórea

Al conectar un dispositivo ECMO a una persona que ha sufrido un colapso cardiovascular agudo, los médicos pueden mantener la perfusión del órgano terminal mientras evalúan la reversión potencial de la patología causal, con el objetivo de mejorar la supervivencia a largo plazo y los resultados neurológicos.

El primer acceso ingresa a la vena femoral en la ingle y se extiende hacia arriba hasta la aurícula derecha.

La segunda vía entra en la arteria femoral ipsilateral o contralateral y avanza hasta la aorta distal.

Dependiendo de la indicación para la oxigenación por membrana extracorpórea, existen dos configuraciones comunes: veno-arterial (VA) y veno-venosa (VV).

Los datos recopilados durante el mismo período informan una tasa de supervivencia al alta del 40%.

En la población pediátrica, la indicación de ECPR se debe principalmente al colapso cardíaco, a menudo asociado con patología congénita.

Al igual que con los adultos, la ECMO solo está indicada si es factible la reversión de la patología, por ejemplo, con un trasplante cardíaco.