Las Sociedades económicas de amigos del país[1] surgen en la segunda mitad del siglo XVIII en España —aunque también existieron en otros países europeos, como Irlanda o Suiza— cuya finalidad era difundir las nuevas ideas y conocimientos científicos y técnicos de la Ilustración.
Es habitual que celebren cursos, ciclos de conferencias y otras actividades culturales.
Comprobó la utilidad de muchas máquinas preindustriales, sobre todo ingenios textiles y sistemas aplicados a los molinos.
Se le encomendaron también áreas de beneficencia y educación, pues su lema es «Socorre enseñando».
A fines ese año fue reelegido, pero rechazó el cargo por sus múltiples ocupaciones y el nombramiento recayó en el duque de Híjar, subdirector en 1807.