Su fundición, que no prospera hasta 1777 y se abandona en 1788, pensada para cubrir el suministro a Indias, cobra especial relevancia ante las necesidades surgidas con sitio de Gibraltar, al que se destinó la mayor parte de su producción.
Quedan restos de esta empresa a orillas del río Guadiaro, una fábrica que no llegó a funcionar en la finca conocida como La Fábrica de las Bombas.
A orillas del río Hozgarganta, en La Pasada de Alcalá, se levantan los restos más significativos, como el murallón.
Precisamente la ausencia de un caudal continuo y suficiente sentenció su abandono.
Está construido el canal con recia cantería, a veces excavada en la misma roca.