Es decir, la energía que poseen los productos es mayor a la de los reactivos.
[2] Las reacciones endotérmicas y especialmente las relacionadas con el amoníaco, impulsaron una próspera industria de generación de hielo a principios del siglo XIX.
Actualmente, el frío industrial se genera con electricidad en máquinas frigoríficas.
Esta reacción ocurre en las capas altas de la atmósfera, gracias a la radiación ultravioleta proporcionada por la energía del Sol.
También se produce esta reacción en las tormentas, en las proximidades de las descargas eléctricas.