Ramón de Foces fue un caballero legendario aragonés que según la Crónica de San Juan de la Peña murió decapitado en el hecho de la Campana de Huesca.
[1] Se nombra este caballero entre los que mandó decapitar en Huesca el monarca aragonés Ramiro II el Monje y que en el año 1136, cuando acaeció el hecho de la trágica Campana de Huesca, era uno de los principales ricos-hombres de Aragón.
Su cadáver fue sepultado sin cabeza en un sepulcro de piedra en la capital del templo de los caballeros de San Juan de Jerusalén de Huesca, que estaba contigua al Palacio Real de Huesca.
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