Ramos se unió al equipo y potencial convenció a su entrenador de intentar buscarle acomodo en alguna universidad americana.
Ramos jugó cuatro temporadas en la Universidad de Seton Hall, donde promedió 8,1 puntos y 5,4 rebotes por partido.
Empezó la temporada en la lista de lesionados debido a unas molestias en la rodilla, aunque luego fue incluido en la plantilla activa participando en juegos de exhibición pero no llegó a debutar oficialmente en la NBA.
Además de varias fracturas, sufrió graves daños cerebrales y encharcamiento pulmonar.
Durante mucho tiempo, Ramos sufrió de frecuentes arranques de ira y frustración provocados por la impotencia que le generaba su estado, pero eventualmente logró superar esa fase.