[3] Su familia, y él con ella, se mudó a Madrid.
[3] En septiembre de 1853, cuando llevaba ya tres años en la capital, se matriculó en la clase de música del Conservatorio de Música, impartida por José Miró y Anoria.
[3] Se dedicó después a escribir algunas zarzuelas, al tiempo que publicaba varias melodías para canto y piano y algunas de concierto para este instrumento.
[3] Cuando el 25 de junio de 1871 tuvo lugar la inauguración del monumento a Murillo, la diputación provincial y el ayuntamiento le encargaron la composición y dirección de un himno alusivo al objeto de la ceremonia, cuya obra fue desempeñada por dos bandas militares y trescientos coristas de ambos sexos.
[3] Además de Liseta, fue autor de zarzuelas como El Canapé,[4] Los amigos de Benito,[4] Pablo el marino,[4] Armonías conyugales,[4] A perro flaco,[4] Manos blandas no ofenden,[4] El mundo por dentro,[4] El hijo de la sierra,[4] El maestro Fugalto[4] y De Salamanca á Madrid;[4][2] operetas como La opereta española,[2] Un cuento de Bocaccio,[2] Satanás en la Abadía,[2] El Diablo en el Molino;[2] un juguete cómico titulado Un gatito de Madrid;[2] sainetes tales como Ángeles y serafines,[2] Cante Hondo[2] e Isabel y Marsilla;[2] obras tanto para piano como para canto, entre las que se cuentan Altisidora,[2] El Cántaro roto,[2] Labios de rosa,[2] El llanto de la patria[2] y La Manola de Madrid;[2] cantos de inspiración religiosa y de temática militar,[2] y escritos teóricos como Los preceptos para el estudio del canto,[2] Fases melódicas para perfeccionamiento del mismo[2] y Teoría de la escritura musical y su interpretación,[2] entre muchas otras obras.