Desde muy pequeño radicó en Villa de Álvarez.
Desde su adolescencia descubrió su inclinación por las artes plásticas.
Sus cuadros se montaron en exposiciones en ciudades de México y de otros países.
Durante los cincuenta, decidió dejar de pintar y se dedicó a la enseñanza de las artes.
Fue maestro de grandes y prestigiosos pintores colimenses, como Alberto Isaac, Jorge Chávez Carrillo, Federico Cárdenas Barajas, José Flores Alcaraz y Alejandro Rangel Hidalgo a quien formó a instancia de su madre, Concepción Hidalgo.