Formado en la cantera del Sevilla CF, llegó a debutar con el primer equipo en primera división, el 8 de mayo de 1988, frente al RCD Mallorca, en el Sánchez Pizjuan.
Posteriormente fue cedido al Recreativo de Huelva, y en 1990 llegó al Club Deportivo Badajoz, club donde desarrolló la mayor parte de su carrera y dónde se convirtió en un ídolo para la afición pacense y una leyenda en el club decano de Extremadura.
Era un jugador de estatura no muy grande, a pesar de medir 167 centímetros tenía un potente salto que le hacía superar con una facilidad asombrosa a muchos defensas en los remates.
Posteriormente y ya en la recta final de su carrera ficharía por el Málaga CF.
Tras pasar por varios equipos de la geografía extremeña, como Diter Zafra o Cerro de Reyes, se retiró fijando su residencia en la capital pacense.