[1] Si bien muchas obras figuran a nombre del abate calabrés Joaquín de Fiore, sólo tres son reconocidas auténticas por la mayoría de los investigadores: Concordia dell'autentico e nuovo Testamento, Commento all'Apocalisse, y Salterio delle dieci corde.
Son falsos algunos libros que se le atribuyeron, como los Vaticinia Pontificum, de gran celebridad en la Edad Media, y los comentarios a las profecías de Cirilo, Merlín y la Sibila Eritrea.
Para todos los joaquinistas, Federico II era tenido como el Anticristo, o al menos uno de sus precursores.
Cada edad había sido precedida de un período de incubación: en la primera edad desde Adán hasta Abraham, en la segunda desde Elías hasta Jesucristo, en la tercera, desde San Benito y estaba cerca a su fin cuando Joaquín compuso sus obras.
Según San Mateo, entre Cristo y Abraham se contaban 42 generaciones, por lo tanto, el período entre Cristo y el cumplimiento de la tercera edad también debería ser de 42 generaciones.
Cuando los franciscanos espirituales se negaron a aceptar las innovaciones que se impusieron a la orden mendicante creada por Francisco, tomaron las profecías de Joaquín de Fiore, las editaron y comentaron.