Todos los cuerpos negros a una temperatura determinada emite radiación hacia su entorno y absorbe radiación de éste.
La estratosfera de la Tierra con una temperatura entre 210 y 220 K radia entre 4 y 120 μm con un máximo a las 14,5 μm.
La atmósfera de la Tierra constituye un importante filtro pues la hace opaca a toda radiación infrarroja de longitud de onda superior a los 24 μm, ello no afecta a la radiación solar pero sí a la energía térmica emitida por la Tierra que llega hasta las 40 μm y que es absorbida.
Los fotones según su energía o longitud de onda son capaces de: La energía solar tiene longitudes de onda entre 0,15 μm y 4 μm por lo que puede ionizar un átomo, excitar electrones, disociar una molécula o hacerla vibrar.
La energía térmica de la Tierra (radiación infrarroja) se extiende desde 3 μm a 80 μm por lo que sólo puede hacer vibrar o rotar moléculas.