Radar LANZA

Están basados en una arquitectura modular y escalable, tanto en el equipamiento hardware como en el software.

Sus modos de exploración, totalmente configurables por software y controlados desde la consola radar, permiten adaptar cualquier radar de la familia a múltiples situaciones, misiones o amenazas aéreas, teniendo en cuenta el teatro de operaciones y las condiciones ambientales en cualquier momento.

Desde el año 2001, Indra inició el rediseño de sus radares LANZA acorde a los últimos requisitos OTAN.

Entre los últimos usuarios finales que han elegido Indra, podemos destacar OTAN, la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF) o la Real Fuerza Aérea de Omán (RAFO).

Las diferencias respecto a la versión terrestre consisten en un diseño de antena más pequeño y compacto.

El radar LANZA-N incorpora los siguientes equipos electrónicos, proporcionando un elevado margen dinámico, precisión en sus medidas y agilidad en sus modos de frecuencia.

Opera 15 estaciones terrestres y un Lanza-N, instalado en el  Juan Carlos I (L-61).[5]​[6]​.