Akiva ben Iosef

El rabino Akiva ben Iosef, también llamado Akiva (en hebreo: עקיבא) (c. 50-c. 135) fue uno de los sabios tanaim que vivió a finales del siglo I y principios del siglo II y perteneció a la tercera generación de los sabios tanaim.Rabi Akiva fue una gran autoridad en materia de halajá, la ley y la tradición judía.[6]​ Probablemente Akiva permaneció en Lod mientras Eliezer moró allí, y luego llevó su propia escuela a Bnei Brak, que quedaba a cinco millas romanas de Yafo (lugar distante de la actual ciudad).Algunas citas mencionan un viaje de Akiva a Roma en los años 95-96 d. C., acompañado por Raban Gamliel, Rabbí Elazar ben Azaria y Rabí Yoshua para solicitar al emperador Tito Flavio Domiciano que anulase los decretos contra los judíos.La academia de Bnei Brak tuvo gran renombre, y sus discípulos fueron numerosos, las citas talmúdicas elevan el número hasta 24 000, si bien no hay fuentes fidedignas que respalden esta cifra.[8]​ Rabí Akiva tuvo una participación muy activa en la rebelión contra el Imperio romano encabezada por Simón bar Kojba, a quien proclamó Mesías.Fue capturado por los romanos y torturado hasta morir en Cesarea Marítima en el año 135.[15]​ La metodología desarrollada por Akiva estaba basada en una interpretación del texto que daba principal importancia a cada letra, palabra y símbolo.La exégesis de las leyes las compiló en el Midrásh, desarrollando esté método, (midrash halájico) y promulgó nuevas leyes (halajot) deducidas lógicamente de las anteriores, constituyendo un cuerpo legal orgánico.Esta es una de las razones por las que se lo considera fundador del Judaísmo Rabínico.Akiva sostenía enfáticamente la libertad de elección en el Hombre, en aparente contradicción con la predestinación.[22]​ A su discípulo, Rabí Shimon bar Iojai, se le atribuye la redacción del Zohar, texto fundamental en la Cábala judía.Un ejemplo de su modestia es la directiva sobre su entierro dada a su hijo Simón, donde expresamente pide que su entierro sea simple, y que sus seguidores lo honren cumpliendo con las leyes de la Torá.En Urías está escrito (Mija 3) «Por tal Razón, por vuestra culpa, Zión será arada como un campo, Jerusalén se convertirá en una pila de escombros y el Monte del Templo será como montes cubiertos de bosque».Respecto al Cantar de los Cantares, Rabí Akiva expresó su aprecio así: (Mishna Yadayim 3:5).
Tumba de Rabí Akiva en Tiberíades