Siempre vivió y filmó en su ciudad natal, incluso cuando recreó una selva o un mundo apocalíptico posindustrial.
Ha rodado numerosas películas con una estética minimalista, donde la economía de recursos ocupa un lugar central.
Se vinculó como caricaturista desde la década de 1990 a los hacedores del rock argentino y su obra cinematográfica en Super 8 y en video, refleja las inquietudes de la juventud frente a una sociedad que generalmente no la comprende o le da la espalda.
En 2015, la Viennale le realizó un tributo llamado El hombre de Ituzaingó - El último independiente.
La Cineteca de México le dedicó cos retrospectivas, como también en Ecuador, Chile, Perú y Montevideo.