El río Barbantiño se encuentra en el noroeste de la península ibérica.
Finalmente desemboca en el río Miño, y éste en el Océano Atlántico.
Para el acceso a estas edificaciones se recorrían una serie de senderos que facilitaban el transporte del grano y el tránsito de personas.
La actuación ambiental de la senda aprovechó estos viejos caminos para crear una ruta respestuosa con el medio ambiente y adaptada para mucha gente.
Escaleras, puentes, y varandillas forman parte del trayecto en las dos riberas.