El trayecto era solo unos pocos kilómetros al sur de la frontera México-Estados Unidos, en paralelo a la ruta del Ferrocarril Intercalifornia.
La inundación hizo que el canal se desbordara y rompiera el dique del Valle Imperial.
Hicieron falta dos años para controlar la corriente del río Colorado y detener las inundaciones, pero se logró represar el río para el año 1907 que regresó a su curso habitual.
Los ríos Álamo y Nuevo continúan sus corrientes, pero a un ritmo menor.
En su lugar se construyó el canal Álamo, para llevar agua del Río Colorado al Valle Imperial.