Suele compararse con el fondue de queso y se sirve habitualmente como aperitivo en comidas al aire libre y en restaurantes especializados en carnes asadas,[1][2] así como en diversas taquerías.
[2] Se sirve en una cacerola pequeña y plana o en algún otro recipiente de cerámica o metal que sea resistente al calor.
Si no va a servirse flambeado, la mezcla se hace en la parrilla.
Cualquiera que sea su forma de preparación, el plato se presenta en la mesa cuando el queso todavía está burbujeante por su exposición al calor y se sirve en porciones individuales sobre tortillas.
En algunas variantes se le agregan rajas de pimiento morrón, chile poblano o champiñones,[4] siendo conocidas estas variantes como "alambres".