La queratoconjuntivitis seca se presenta cuando las glándulas lagrimales producen menos lágrimas, tanto en humanos como en otras especies.
En raros casos, puede estar asociado con artritis reumatoidea, lupus eritematoso y otros trastornos similares.
El oftalmólogo inspecciona la película que se le toma a la lágrima utilizando una lámpara de hendidura (biomicroscopio).
Como tratamiento, se pueden usar gotas para humedecer, llamadas lágrimas artificiales, y los ungüentos lubricantes pueden servir para casos más severos.
En los casos graves, se puede dañar o infectar la córnea (ventana transparente en la parte anterior del ojo).