Fue descubierta por científicos de la compañía inglesa Beecham y vendida como Pyopen.
[1] Se indica en medicina humana para tratar infecciones urinarias y de la glándula prostática.
La carbenicilina es sensible a medios con un pH ácido, es muy soluble en agua y las preparaciones líquidas son de corta duración.
En la biología molecular, la carbenicilina puede tener preferencia porque sus productos de degradación son menos tóxicos que antibióticos análogos como la ampicilina.
A concentraciones mayores, puede aumentar la concentración de sodio en el plasma sanguíneo, creando retención de fluidos y trastornos plaquetarios.