Punk en Argentina

Ese mismo año, la dictadura militar autodenominada como Proceso de Reorganización Nacional, comenzó en Argentina.

El punk en esos años se fue abriendo camino muy lentamente a través de pequeñas grietas informativas que llamaban la atención, especialmente, del público más joven.

Ese mismo año de 1979 nace la primera banda punk del país, Los Testículos, formada por Pedro Braun a.k.a.

Ya para entonces habían incorporado al cantante Sergio “Mongo” Spatavecchia, con lo que volvieron a rebautizarse adoptando el nombre de Alerta Roja.

En 1981 se formó en La Plata Los Baraja, banda liderada por Marcelo Montolivo y Claudio Apas, dos jóvenes amantes del rock progresivo que se habían conocido en la disquería "JEU", donde trabajaba el segundo de ellos, y organizaban viajes a la Capital los fines de semana para buscar material nuevo en las disquerías especializadas porteñas.

Este tipo de provocaciones conseguían el fin perseguido por la banda: enervar a la prensa tradicional del rock nacional.

"Vaselina", el primer fanzine, editado por el entorno de Los Violadores, fue pasando de mano en mano hasta llegar a Marcelo Pocavida, un joven que por esos mismos momentos intentaba unirse a la escena con una efímera banda llamada Muerte Civil.

Como lo narra Pat Pietrafesa: "Alex sería más adelante el creador de los "AK" (anarkokilomberos), un grupo radical punk que lamentablemente creció mucho, en oposición a lo que ellos llamaban “anarkopacifistas” o “punks de biblioteca” (yo, Lingux y otros).

Ya entonces estaba ensayando con una nueva banda que debutó en diciembre como Cadáveres de Niños y continuaría en actividad hasta 1989.

Mutantes del Kaos, que se definían como "anarcopacifistas", fue la primera banda punk en practicar el crossover con el metal (incluían en su formación dos guitarras, lo que era una rareza en la escena punk) y solían incluir pasajes reggae en medio de las canciones.

Participaban en extraños reductos y "festipunks" under, perseguidos por las controversiales letras de sus temas por ser extremadamentes "anti policiales".

Por allí pasaron: Los Violadores, Sumo, Trixy y Los Maniáticos (luego simplemente Los Maniáticos), Comando Suicida, Cadáveres de Niños, Sentimiento Incontrolable, Pena de Muerte, Celeste y la Generación, Rigidez Kadaverika, Flema, Todos Tus Muertos, Los Corrosivos, Los Pillos, Antihéroes, entre otras.

Attaque 77 y Mal Momento se convertirían en las bandas punks que,  originadas en los 80, marcarían el paso hacia la escena de los 90.

Los Muertos estaban en un escalón más arriba, pero después nosotros, Conmoción Cerebral, Sentimiento Incontrolable, éramos las que medianamente sonábamos bien”.

Los 1500 ejemplares que editaron se vendieron en una semana, y le gustó tanto al público como a la prensa americana, recibiendo buenas críticas en la revista Maximum Rock n Roll.

Meses después, ya en 1989, Radio Trípoli continuó con su proyecto editando Dulce Navidad, primer álbum de Attaque 77.

Finalmente, el punk también cae en la "barrialización" que marcó a gran parte del rock argentino en los años 90.

Si bien la revista hacía mucho hincapié en la historia del rock, estaba claramente destinada a un público adolescente.

En ellos actúan como teloneras muchas de las bandas que conforman la escena nacional, como: 2 Minutos, Attaque 77, Cadena Perpetua, Flema, Mal Momento, Superuva, Doble Fuerza, Mala Suerte y Bien Desocupados lo cual les ayuda ayuda a cimentar su fama.

[15]​[16]​ Todas esas bandas, en mayor o menor medida, eran deudoras de su sonido simple, rápido y directo.

Como describiría ese momento Pat Pietrafesa: "En el punk, surgen bandas que se popularizan, aunque caen las prácticas que a mí me habían interesado y con las cuales me había compenetrado a mil por ciento.

Con los desilusionados del punk –con (Marcelo) Pocavida, con el Gitano, con Lula (Lucio Adamo)– nos fuimos a un género como el protopunk y a emborracharnos, drogarnos, autodestruirnos, divertirnos y provocar; es que musicalmente hablando buscábamos un tipo de provocación.

Si bien el hardcore Punk en Argentina ya tenía un lugar reducido con bandas como División Autista y posteriormente Massacre Palestina, se popularizó principalmente en los '90 con el denominado Buenos Aires Hardcore, un movimiento muy influenciado por el New York hardcore (que habría explotado en la década anterior de la mano de bandas como Agnostic Front, Sick of It All y Biohazard entre otras).

[23]​[24]​ En cuanto al hardcore punk extremo (crust punk, thrashcore, powerviolence, d-beat), si bien en el país hubo varios grupos pioneros haciendo canciones "cortas, rápidas y ruidosas" como Migra Violenta, Sentimientos Oprimidos, o Biofilo Panclasta, se puede decir que alrededor del año 2012 surgió una escena consolidada en Buenos Aires.

Sus principales impulsores fueron Los Caídos, Odioso Dios, Destino Cruel, StevexJobs, y Santos Biasati,[25]​ seguidos luego por otra bandas como Lxs Jugadxs, En Negación, Funerales, PSOAS, Herschell Crustofsky, Facasso, Ratas, Talacactus, CarusoxLombardi, Siempre al Frente, Chun Li, AmorxVerdadero, y AK47.

Otra particularidad fueron los conciertos en modalidad "versus" organizados por Odioso Dios, donde dos grupos en escenarios enfrentados tocaban sus canciones de forma intercalada, y los asistentes decidían simbólicamente con sus aplausos quién fue el "ganador".

[26]​ No fue un fenómeno solo de Buenos Aires, ya que durante ese periodo en todas las provincias había bandas que llevaban al hardcore punk hasta sus límites, como Disnomia (Córdoba), Petrificore (Jujuy), Disocial (Salta), No Estoy Convencido (San Miguel de Tucumán), Sin Alienación (Santiago del Estero), Asfixiados (Corrientes), Gerk (Mendoza), Los Mugre (La Rioja), Brigada King Kong (Formosa), Deadly Noise Crew (Posadas), Misantropía (Entre Ríos), Fosa Común (Puerto Madryn), Hepatic Attack (Trelew), Heterodoxa (Neuquén), Ruptura (Cipolletti), Putrefactos (San Juan), Necrofagia (San Luis), Los Más Peores (Río Gallegos), Vomito Ácido (Villa Gobernador Gálvez), y Barricada Anal (Tierra del Fuego).

[28]​ En este nuevo decenio, la pandemia del COVID-19 y la consecuente cuarentena generaron grandes dificultades para relacionarse entre los músicos, dando lugar a la aparición de muchos proyectos solistas que aprovecharon los teléfonos celulares para componer su propio material.

Entre estos nuevos proyectos podemos mencionar a Rudix, SPAM, PeloMuerto, Post-adolescente,[30]​ OYO, La Niña del Kaos, y Rocko Rainoldi & su Teléfono Maldito.

En estos últimos años también aparecieron una gran cantidad de bandas dentro del punk argentino que incluyen sintetizadores y cajas de ritmo en sus formaciones,[31]​ o que directamente graban con instrumentos virtuales, como Peste Negra Orquesta, Los Peligros, Tildaflipers, Desborde, WWW,[32]​ Unión Soviética,[33]​ Mechacorta, Di Giovannis, PaisTerror, The Charlie's Jacket, VientoNegro, Fancy Trashers, Valentina & Los Bindis, Veneno para Hadas, The Netrunners, Minibruto, Electroshock, o The Terror.

Hundimiento del crucero General Belgrano en la Guerra de Malvinas de 1982. La guerra impactó fuertemente en los jóvenes y promovió el rock en español , que estaba fuertemente controlado hasta entonces. La derrota hizo colapsar a la dictadura , abriendo paso a la democracia en 1983. En ese entonces, el punk sale a la luz.