Pulgarcita

Hubo una vez una mujer que quiso tener un hijo y para ello recurrió a una bruja buena que le entregó una semilla de cebada mágica.

La mujer plantó la semilla y poco tiempo después nació de esta una flor, que al abrirse dejó ver una pequeña niña a la que llamó Pulgarcita.

Ahí comienza su diaria lucha contra el mundo de las cosas grandes.

Hasta que, después de haber pasado por numerosos "mares" con una abeja, un topo y una rata, gracias a la golondrina a la que pulgarcita había ayudado cuando se lastimó conoce al diminuto príncipe Cornelius (de igual tamaño que pulgarcita), con quien se casa y vive feliz para siempre.

"Pulgarcita" es esencialmente una invención de Andersen, pero se inspira en el cuento tradicional de "Pulgarcito" (ambos cuentos comienzan con una mujer sin hijos que consulta a un ser sobrenatural para adquirir un hijo).