El término fue acuñado por primera vez para la crítica moderna por el escritor francés André Gide, tomándolo prestado de la heráldica.
[3] En muchos idiomas, como el alemán, inglés e italiano, se suele utilizar directamente la locución francesa, sin traducirla.
[5] La palabra francesa «abyme», deriva, al igual que la palabra española «abismo», del latín clásico «abyssus», que en latín medieval evolucionó a «abysmus», «abismus», hasta llegar a las formas actuales en francés y en castellano.
La mise en abyme ocurre en un texto cuando hay una reduplicación de imágenes o conceptos referidos al todo textual.
Por ejemplo, un personaje despierta de un sueño y más tarde descubre que sigue soñando.
Actividades similares al soñar, como la inconsciencia o la realidad virtual, también se describen como mise en abyme.
Esto se puede ver en la película eXistenZ, donde los dos protagonistas nunca saben realmente si están o no fuera del juego.