[2] El efecto recursivo mostrado en la imagen, mantenido durante décadas, llegó a ser una noción popular, y se dice que al final de la década de 1970 fue ampliamente difundido por el poeta y columnista Nico Scheepmaker.Este retablo políptico retrata en su panel central al Cardenal Jacopo Caetani degli Stefaneschi, y fue ofrendado en su nombre en la antigua basílica de San Pedro.[4] Hay también algunos ejemplos de libros de la Edad Media que repiten recursivamente su propia imagen, y vitrales en iglesias que muestran copias en miniatura del mismo vitral.En la película Más allá de los dos minutos infinitos (ドロステのはてで僕ら) hay un claro ejemplo usando viajes en el tiempo.se puede ver en un contexto de comicidad la fotografía del actor Lloyd Bridges en efecto Droste.
Una niñera sostiene un envase de cacao marca Droste. Sobre ese envase está impresa en pequeño una imagen de la misma mujer que sostiene un envase de cacao sobre el que, a su vez, está impresa aun en menor tamaño su imagen sosteniendo el mismo envase de cacao, y así sucesivamente.