Actualmente la puerta pertenece al Museo Mundo Océano de Kaliningrado y alberga una exposición sobre la visita del zar Pedro I a la ciudad con motivo de su Gran Embajada.
Las estatuas incrustadas en el lado occidental son obra del escultor Wilhelm Stürmer.
En la Segunda Guerra Mundial la puerta quedó dañada considerablemente; en su entrada triunfal a la ciudad, soldados soviéticos arrancaron las cabezas de las estatuas como símbolo de victoria contra las fuerzas alemanas, bajo cuya soberanía la puerta fue construida.
En la época soviética la puerta fue utilizada como librería, pero como no se le efectuaron obras de mejora, tuvo que ser cerrada y se pensó incluso en derrumbarla; por suerte las autoridades de Moscú no aceptaron esto y declararon la puerta como un monumento histórico.
El año 2005, con motivo del 750º aniversario de la ciudad, fue renovada y las estatuas nuevamente restauradas.