De los seis arcos que conformaban el puente original solo quedaban dos en pie en los primeros años del siglo XXI.En cuanto a sus características, Manuel A. Martín Bueno y José Gabriel Moya Valgañón tras un estudio detallado del terreno donde se encuentran los restos del puente, llegan a la conclusión de que este puente constaba de siete arcos de medio punto, sustentado por seis pilares rectangulares con espolones y tajamares, más los dos accesos sobre el terreno en las orillas.Los arcos se apoyaban en pilas, a excepción del primero que lo hacía en un estribo en la orilla izquierda, las cuales tenían un hueco en la parte superior.Este arco, el denominado "primero" compartía estribo con el "segundo", el arco central, ya desaparecido debido, probablemente, a una voladura intencionada que causó daños en el estribo (sufrió un giro de unos 6 o 7.º y un desgarro vertical aproximadamente por el eje).[5] Manuel Antonio Martín Bueno y José Gabriel Moya Valgañón , al igual que otros autores, catalogan este puente como puente romano, y lo sitúan en torno al siglo II d. C. Sin embargo, hoy en día sabemos que esto no es cierto.Ambos puentes fueron construidos en el siglo XI para unir dos ciudades del poderoso reino medieval de Nájera y Pamplona, y es muy posible que sus fábricas fuesen obra de las mismas personas.