En Madrid ya había dejado una muestra de su estilo diseñando la Caja Mágica, también al borde del Manzanares.
El puente está formado por dos tramos unidos mediante una colina artificial situada en el lado norte del río.
[1] Los tramos del puente tienen sección circular con forma cónica longitudinal y no tienen un eje común porque están desfasados entre sí.
Durante el día, todo el puente brilla por efecto del sol y destaca entre el verde que predomina en el parque.
[2] El suelo del puente es de madera, con rendijas para evitar zonas oscuras en la parte inferior.
[2] Cada tramo del puente se compone de una estructura auto-portante helicoidal con forma cónica,[1] formada por seis cordones longitudinales rectos y dos espirales curvas de acero inoxidable entrelazadas que se cruzan diagonalmente.
Las diagonales discurren a lo largo de cuatro hélice, las cuales pueden agruparse en dos familias con direcciones contrarias.
Éstas, a su vez, se apoyan transversalmente en la estructura principal mediante unas celosías de acero inoxidable con sección tubular.
[5] Este diseño protege del sol a la vez que permite las vistas y otorga cierta sensación de transparencia.
La técnica de anclaje usando cáncamos fue modificada para adaptarse a los requerimientos del diseño.